jueves, 23 de febrero de 2017

Descubriendo la cocina centroeuropea en Viena y Budapest


Europa Central es una región que ha ido experimentando cambios constantes a lo largo de la historia, cuna de diferentes pueblos europeos, centro de origen de la I y II Guerra Mundial o territorio de expansión del comunismo y la URSS. Todos estos acontecimientos históricos han influido considerablemente en el desarrollo de los territorios que la componen, tanto a nivel social como cultural.

Pese a todo, se tratan de países con una profunda historia, costumbres ancestrales, hermosos parajes naturales y de gran tradición culinaria, y es que si por algo destaca la cocina centroeuropea es por la conservación de recetas tradicionales que han ido pasando de generación en generación, platos sencillos y voluminosos, muchos de ellos de origen rural para combatir las bajas temperaturas que suelen azotar a estos territorios durante el frío inverno de Europa Central.


Se pueden degustar diferentes tipos de productos, platos y especialidades, algunos de los mejores sitios para probar estos manjares son las grandes capitales centroeuropeas, dónde abunda la oferta y la variedad de restaurantes de cocina tradicional. Budapest y Viena son posiblemente dos de las ciudades donde mejor se puede comer en Europa Central.

El paprika y la cocina en Budapest


Situada a orillas del Danubio, Budapest, capital de Hungría, es una de las ciudades más imponentes de Europa y uno de los epicentros de la cocina magiar. Una cocina influenciada por el uso de las especias, especialmente el paprika, también conocido como pimentón, fundamental a la hora de elaborar la mayor parte de las recetas húngaras. Se tratan de platos campechanos, con la carne de ternera o cerdo como protagonistas principales, acompañados por salsas y guarniciones. Las sopas también tienen un papel destacado entre los húngaros para combatir el frío local.

Budapest cuenta con un gran número de restaurantes especializados en la cocina tradicional húngara, ubicados en lugares privilegiados de la ciudad y con precios muy asequibles para nuestros bolsillos.

Para degustar algunos de los entrantes magiares más populares, el Hungarikum Bisztró es un lugar ideal. Ubicado en Steindl Imre utca, muy próximo al Parlamento, se trata de un pequeño restaurante decorado al estilo tradicional húngaro y que cuenta con música en directo todas las noches. El establecimiento carece de barra y dispone de tan solo de un par de salones, por lo que es bastante recomendable reservar con antelación.



Fachada del Hungarikum Bisztró
Actuación en directo en el Hungarikum Bisztró



La oferta es amplia, aunque destacan los entrantes, uno de ellos es el Lángos, una masa de pan a base de harina y levadura, normalmente plana, que se fríe en aceite para que quede bien crujiente y posteriormente se cubre con queso gratinado y crema agria de ajo. Se trata de una especialidad húngara que se puede encontrar con diferentes versiones tanto saladas como dulces. Su precio es de unos 1200 florines húngaros, lo que viene a ser unos 4 €.



Lángos, una de las especialidades de la cocina húngara


Otro entrante muy característico y que nunca suele faltar en las mesas de los hogares y restaurantes húngaros son las sopas. La más famosa y conocida es la sopa de goulash, pero es posible encontrar otras muchas. En el Hungarikum Bisztró cuentan con una amplia oferta en sopas, una de las más demandadas es la Sopa de alubias con cerdo ahumado, la zanahoria y el ajo tampoco faltan entre los componentes de esta gratificante sopa que por supuesto cuenta con paprika entre sus ingredientes a la hora de darle color y sabor. Un plato moderado para comenzar un almuerzo o cena y que sin duda sirve para entrar en calor. El precio de esta sopa es de 1150 florines húngaros, rondando los 4 €.



Plato de sopa de alubias y cerdo ahumado



Pero sin duda la cocina húngara tiene como plato estrella el Goulash, se trata de un plato contundente elaborado principalmente por carne de ternera estofada, aunque también existen variedades de cerdo, para cocinar el estofado y la salsa, las cebollas, el pimiento y el pimentón son ingredientes fundamentales. Una vez listo el estofado este suele acompañarse por pasta o guarnición de patatas asadas, así como por otras hortalizas como el tomate o pepinillos. Es un plato que quita el hambre a cualquiera además de incitar a mojar pan en la salsa del goulash hasta acabar con ella. Uno de los lugares más céntricos para degustarlo es el Europa Café, ubicado en Váci utca, una de las principales vías peatonales de Budapest. El plato de goulash con guarnición de patatas asadas y hortalizas se cotiza a 2950 florines, en torno a unos 9'50 €. 



Plato de goulash acompañado de patatas asadas, tomate y pepinillo


Viena, la cuna del Wiener Schnitzel


La ciudad de Viena infunde elegancia, romanticismo y arte, mucho arte, que se ve reflejado en sus edificios, palacios y museos. Una ciudad orientada a la cultura, una cultura rica que también se ve reflejada en la gastronomía. Las recetas y platos austriacos que se encuentran muy arraigados a la costumbre local desde hace siglos, compartiendo muchas similitudes con la vecina región de Baviera, en Alemania. A las clásicas wurstel, salchichas en alemán, ya sea bratwurst o weisswurst, pasando por la currywurst, se le une el tradicional brezeln así como otro clásico de la cocina germana, el codillo, un plato muy popular y relacionado con las celebraciones y los festejos.

Al igual que sucede en Hungría, la carne está muy presente en la cocina austriaca en detrimento del pescado, que apenas cuenta con protagonismo. Sin embargo existe un plato muy característico de las cocinas de Austria y que resulta muy sencillo de encontrar en la ciudad de Viena.

El Schnitzelwirt es una de esas paradas obligatorias que se debe hacer en Viena si se desean probar los platos más populares entre los austriacos. Ubicado en el número 52 de Neubaugasse en las inmediaciones del Parlamento austríaco y el Hofburg, una de las zonas más céntricas de la ciudad. Se trata de un pequeño establecimiento especializado en la cocina austriaca, cuenta con pequeños salones que se van extendiendo a lo largo de un pasillo central bastante estrecho. La oferta gira en torno a los platos austríacos entre los que destaca el plato nacional, el Wiener Schnitzel.



Fachada del Schnitzelwirt, templo del Wiener Schnitzel



Se trata de un enorme escalope de carne que puede ser tanto de cerdo como ternera, e incluso de ave. Su método de elaboración consiste en machacar la carne hasta que quede blanda, para posteriormente sumergirla en harina, pan rallado y levadura, y que se termina por freír en mantequilla clarificada. Surge así un delicioso empanado que recubre el enorme escalope de carne. Esta especialidad suele acompañarse por patatas fritas o ensalada de patatas, así como de rodajas de limón para condimentar. A diferencia de otros establecimientos de la ciudad donde el precio de este plato oscila entre los 15 y 20 €, en Schnitzelwirt este plato sobre el que se sirven dos enormes escalopes empanados sale a tan sólo 7'20 €. Sin duda uno de los lugares más asequibles para comer Wiener Schnitzel en toda Viena. 



Plato de Wiener Schnitzel con rodaja de limón para condimentar


La cocina centroeuropea ofrece una serie de suculentos platos que se caracterizan por la presencia de la carne de ternera y de cerdo, así como las grandes dimensiones de los mismos. Platos contundentes para protegerse del frío invierno y disfrutar en buena compañía.

Guten Appetit!

Jó étvágyat!